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Мовна специфіка літературних творів доби Золотого Віку (стр. 8 из 13)

La pareja fija de antónimos bonito – feo que expresa la evaluación parcial (estética) tampoco forma un complejo de escala ya que ser menos bonito no significa ser más feo como más feo no sinifica ser menos bonito. La conversión de más bonito es menos bonito y la de más feo es menos feo.

Los datos expuestos más arriba evidencian que entre las palabras de evaluación general la pareja “bueno – malo” tiene el lugar especial. Estas palabras denotan el parametro axiológico del objeto, miéntras sus sinónimos no pertenecen al grupo de palabras paramétricas; estas palabras no se agrupan en parejas que pueden ser consideradas microsistemas. Los grados expresadas por ellas se refiéren más a las emociones humanas que a los rasgos de un objeto.

Haciendo confrontación de los acontecimientos en primer lugar se presta atención a las oraciones en las cuales los comparativos (de modo mejor o peor) juntan las preposiciones o sus equivalentes. De este modo los comparativos desempeñan el papel de la cópula preposicional que se junta a la palara evaluativa en función de operador modal o sea el predicado. La transformación del predicado en la cópula preposicional es la consecuencia de la transaformación en el grado comparativo que descubre la segunda valencia sintáctica del predicado: Está bien ser feliz (Ser feliz está bien) - Es mejor ser feliz que rico (Ser feliz es mejor que ser rico).

La autonomía relativa semántica de preposiciones es el rasgo de la cópula axiológica preposicional: Es mejor estudiar que ir al concierto. Este rasgo aclara que no cada combinación de la evaluavión general con significado preposicional corresponde a la función del operador modal. En las oraciones de tipo Está bien bañarse en el mar, Está bien trabajar en el campo no está expresada la evaluación general sino la parcial (de sensor). La palabra “bien” aquí corresponde a tales nociones como “alegre”, “agradable”; “mal” tiene significado de “triste”, “inagradable” etc. Estas voces denotan estado físico o síquico de una persona como rewsultado de alguna acción o proceso. La palabra evaluativa “bien” puede usarse también en el grado comparativo pero no en función de cópula preposicional propiamente dicha. Se puede decir Está bien bañarse en el río pero está mejor bañarse en el mar; Es mejor (más agradable) bañarse en el mar que en el río. Pero si las valencias del comparativo se sustituyen por preposiciones heterogéneas su sinificado se cambia. En las oraciones Es mejor bañarse en el mar que jugar al fútbol; Es mejor bañarse que no bañarse el comparativo no expresa la evaluación de sensor sino muestra la preferencia de pasatiempo. El significado sensor que tiene la palabra “bien” en general rara vez pasa al comparativo.

Para ver más claramente la diferencia entre operador modal y categoría de estado será barstante comparar las oraciones: 1) Está bien ir a bosque para recoger setas y 2) Será bien ir al bosque para recoger setas ahora. La primera oración puede estimular la réplica: “Y aún mejor está recoger flores”, miéntras la segunda puede provocar la contrapropuesta: “Pero será mejor ir a la playa”. Aunque en ambas oraciones bien forma el fundamento predicativo de la oración, la diferencia funcional entre las palabras evaluativas se manifiesta en lo que en el primer caso bien lleva el acento lógico y en el segundo se distingue la preposición (la construcción con infinitivo) o uno de sus miembros. La palabra evaluativa no se acentúa y hasta puede ser omitida: Sería bien ir al bosque -Iría al bosque. Como consecuencia de eso el infinitivo que adquiere significado de deseablidad se hace base gramática de la oración. La diferencia entre el significado sensor y el de evaluación general de la palabra “bien” se revela en elección del infinitivo. El “bien” sensor se combina con infinitivo imperfecto de acción o estado procesual, mientras el operador axiológico de la oración 2 se combina con el verbo perfecto de la acción futura. El infinitivo en 1 puede ser sustituído por la oración subordinada de tiempo (Está bien cuando vas a bosque para recoger setas) y el en 2 puede ser sustituído por la oración subordinada de condición (Sería bien si fueramos al bosque). La cópula preposicional pasa a “bien” en 2: Es mejor ir a bañarse en el río que ir al bosque. La transformación del operador modal en cópula preposaicional lleva consaigo los cambios de significado esenciales que se expresan en la relativización de su significado. La indicación a la relación de cada uno de los acontecimientos evaluados al eje que divide loi bueno de lo malo se sustituye por la indicación a su localización en la escala axiológica.

La palabra de la evaluación general “bien” tiene una serie de sinónimos (excelente, maravilloso, magnífico). Pero no siempre estas palabras pueden sustituir la palabra “bien” en función de operador axiológico. Así, por ejemplo, se puede decir Sería bien (excelente, magnífico, maravilloso) ir al bosque. Pero el comparativo de la palabra “bien” – “mejor” no puede ser sustituída por ninguno de los sinónimos.

Entonces el comparativo evaluativo expresa la función de cópula preposicional. La relación de preferencia no es reflexiva (no se puede preferir una situación a ella misma), es asimétrica y la preferencia se realiza consecutiva y transitivamente (si A es mejor que B, B es mejor que C, entonces A es mejor que C). Pero esta relación tiene posibilidades de conversión limitadas. Los comparativos “mejor” y “peor” pueden ser considerados conversivos sólo en límites del sistema léxico del idioma pero en el habla. De primera vista se puede descubrir diferencias en sudistribución. Se puede decir Es mejor ser feliz que rico pero no se dice Es peor ser rico que feliz. Se puede decir Mejor que lo hagas tú que yo, pero no Peor que lo haga yo que tú.

La conversión presupuesta de relacines no se realiza cuando se trata de comparativos de evaluación general dándose la circunstancia de que el número de las palabras con las cuales se combina la voz “mejor” supera mucho el número de vocablos que pueden ser combinados con la palabra “peor”. La asimetría del uso de “mejor” y “peor” es la consecuencia de adentrar la comparación axiológica en el mencionado más arriba contexto pragmático, en particular de nexos con alternativa y opción que puede ser marcado por el comparativo “mejor”, pero no “peor”. El “mejor” tiene matiz didáctico positivo. El pone en foco lo que hace falta preferir pero no lo que sea mejor evitar. Las prescripciones son opuestas a las prohibiciones. Prohibición no presupone alternativa. Aquí lo malo se opone a ausencia de lo malo. Recomendación por lo contrario da una instucción positiva. La confrontación evaluativa es prescripción en condicines de alternativa. Se refiera a las situaciones en las cuales prescripción no es obligatoria y da a uno libertad de optar.

La parte positiva de la confrontación evaluativa forma rema de la oración y al mismo tiempo ocupa la posicón inicial. Eso puedse ser explicado por imaginar la recomendación como respuesta a la petición de consejo. La respuesta se puede iniciarla con lo que es mejor. En general se puede limitarla sólo con la parte positiva, pero la circunstancia que en el texto de juicios generales no figura la pregunta nos hace expliciar ambos términos de comparación , ambas alternativas. Ahora se hace más claro porque la parte negativa de una recomendación no puede ser rewma de la oración ya que la presupuesta pregunta se basa en lo que es mejor no peor. No está en nuestras intenciones obrar como es peor.

Entonces el comparativo “mejor” tiende a la posición inicial. En serie de casos esta posición es optimal o fija en otros casos es arbitraria. En la posición inicial “mejor” es el signo de preferencia, opción o causación de una opción (acción, consejo). Para el “mejor” inicial (que en español va acompañado por el verbo copulativo ser) son característicos los siguientes contextos. 1. Combinación con ininitivo: Es mejor pensar antes que obrar. El comparativo guarda la función de la base predicativa de la oración y puede tener forma de potencial simple o futuro de indicativo: Sería mejor no enterarse en la cosa. Será mejor estudiar más. El infinitivo puede ser sustituído por la oración subordinada de condición: Sería mejor si lo hagas tú. Cuando se trata de acciones pasadas la oración pierde su simería geométrica puesto que lo real se compara con lo irreal a que se da preferencia. La declaración expresa desaprobación o lástima causado por la opción incorrecta. 2. Combinación con la forma personal del verbo en futuro: Mejor iré yo que tú. 3. Combinación con imperativo: Mejor vete a casa que estar aquí. En uso del segundo y tercer tipos “mejor” se disminuye su papel de de base predicativa de la oración y función de cópula predicativa. La palabra “mejor” puede intoducirse en medio de la oración pero no puede encontrarse entre dos preposiciones: Mejor iré solo que con ella. Iré mejor solo que con ella. Pero no Iré solo mejor que con ella. El comparativo “mejor” adquiere la autonomía restringuida por límites de la primera parte de la oración. Dicconarios cualifican el “mejor” autónomo como adverbio que sirve para intensificar la exhortación, petición o impulso.

Designando la idea de opción claro que el comparativo “mejor” se combina con el futuro e imperativo. Pero también puede combinarse con el pasado irreal dándose la circunstancia de que no se une con el tiempo pasado del indicativo. Es imposible decir Mejor lo hice yo que (lo hicieras) tú. Pero es admisible la variante Mejor lo hiciera yo que tú.

De esta manera el “mejor” inicial se usa en unas situaciones determinadas. Puede combinarse con infinitivo, futuro y subjuntivo que se refieren al futuro o al pasado.

Cuando se trata de toma de decisión la noción del subjeto de preferencia puede combinar en sí la indicación al subjeto de opinión o subjeto de la acción. Tal unidad es natural ya que un hombre siempre trata obrar del modo mejor. No obstante en las oraciones de preferencia el significdo de subjeto del juicio predomina. Puede tratarse sólo de una acción potencial, de un proyecto pero no del cumplimiento. Eso diferencia el uso del comparativo “mejor” del positivo “bien”. Se puede decir Está bien que he llegado, pero no se dice Es mejor que he llegado que si no haya llegado. Aún más, “bien” con preponderancia expresa postevaluación y el “mejor” suele expresar la preevaluación. El positivo “bien” tiende a la retrospección mientras el comparativo “mejor” tiende a la prospección. El primero se refiere al pasado y el segundo al futuro. En este sentido el uso de “bien” y “mejor” no se correlaciona.

En la posición intermedia “mejor” se usa en los juicios que establecen una jerarquía de valores: Felicidad es mejor que riqueza, mientras localización del comparativo en inicio de la oración implicica una recomendación: Es mejor que seas pobre y honrado que un ladrón rico.

La palabra “peor” en la posición inicial se usa en forma de expresiones “Lo peor es que...” o “No hay nada peor que” a las cuales siguen términos de comparación puesto que se trata del superlativo: No hay nada peor de que hayamos tardado. Lo peor es que siempre vengo tarde. Tal empleo del “peor” corresponde al superlativo “Lo mejor es que”, “No hay nada mejor que”: No hay nada mejor que tomar baños de sol en las playas de España. Lo mejor es que me guste mi trabajo.

Las oraciones con la posición inicial fija que señala del signigicado de preferencia no se convierten. Es lógica la ausencia del antónimo del verbo “preferir” que no sea su conversivo ya que “impreferencia” de un término de relaciones se vuelve la preferencia del otro.

El comparativo “peor” no se combina con imperativo ni con las formas personales del verbo. Es incompatible con consejos o recomendaciones pero puede formar parte de una declaración-advertencia: Se hará peor si no visites al doctor.

Con más frecuencia “peor” en la posición intrermedia se emplea en los juicios generales que consisten de dos sustantivos o de dos infinitivos: Vino es peor que agua. Tal vida es peor que muerte. Trabajar es peor que descansar.

Pero en los juicios generales el empleo del comparativo “mejor” tiene gran preeminencia ante el uso de la voz “peor”. Eso se puede explicarlo por la tendencia de muchos juicios a rectificación de costumbres y caracteres.

De este modo, aunque en la vida lo malo es mucho más multifacético, correspondiendo a las posibilidades ilimitadas de desviarse de la norma, en el habla el uso del comparativo optimístico “mejor” supera mucho el uso del comparativo “peor”. Eso se explica por los esfuerzos de hombres de tener la vida sabia y virtuosa y poner a los demás en el camino de la verdad. En resumen los nexos sistemáticos de las palabras “bien” y “mejor” por una parte y “mal” y “peor” por otra parte que se sienten no sólo por los gramatistas sino también por los hablantes de la lengua no determinan nada el uso real de estos vocablos. Lo último se somete a los factores de la vida.

Analizando formas de la comparación axiológica hace falta poner de relieve sus funciones comunicativas.

La evaluación puede referirse a los acontecimientos pasados, al futuro y a las situaciones abstractas.

La evaluación comparativa de lo pasado o de lo existente ya no puede tener fuerza comunicativa que actuve activamente. No obstante está vinculada con determinadas situaciones e impulsos sicológicos. Son por ejemplo el deseo de entender las leyes de la vida (Con todo y con eso es mejor solucionar problemas de una tirada que vacilar), aprender en sus propias faltas (Mejor selo diría todo), consolarse (Pudiera resultar mucho peor), sensación de desgracias extremas (¡No hay nada peor!), deseo de superar todas las dificultades o extraer fuerza de la debilidad (¡No es lo peor que pueda pasar en la vida!) o lástima de las posibilidades perdidas (Habría sido mejor si lo hubiera llamado), justificación (¿Por qué has mentido? - ¿Crees que sería mejor afligir a los padres?).

Cuando se trata de las acciones futuras en primer plano se pone el comparativo "mejor" que contiene en sí la idea de preferencia y de las derivadas intenciones o consejos. El comparativo positivo se usa en el habla prescriptivo que no consigue la fuerza de un mandato, es decir, deja al hablante la libertad real o imaginaria de decisión. Aquí "mejor" adquiere determinada autonomía sintáctica (Mejor callarías. Mejor no lo hagas).

Paralelo al uso de la comparación evaluativa en las situaciones concretas (pasadas o futuras) se emplea también para expresar juicios generales sobre la jerarquía de valores: "Mejor infierno contigo que paraíso sin tí".

Existe también la categoría de oraciones el significado de las cuales consiste en caracterización (a veces figurada) de un acontecimiento. Tales oraciones tratan de la opción imaginaria, irreal. Para representar imposibilidad de algún rumbo de desarrollo de acontecimientos el hablante informa sobre la preferencia de algo malo extremo: Para mi sería mejor matar al agraviador que soportar sus ofensas.

En oraciones de este tipo el acontecimiento caracterizado (el tema de lo comunicado) se figura como rechazado. La situación preferida se elige según el indicio de su negatividad extrema. Aquí domina el principio de " preferencia perversa". Aunque la perversión se queda sólo verbal. En las oraciones de "preferencia perversa" se realiza comparación de situaciones. Por su significado son análogas a las comparaciones propiamente dichas: Es mejor comer pan y cebolla que vivir con la mujer mala. Si una mujer pariría sólo serpientes venenosas fuera mejor que si daría a luz hijos ingratos.